El trabajo en equipo para llevar a cabo un proyecto de arquitectura es un hecho fundamental e indispensable.
Creo que no existe ningún proyecto que pueda ser desarrollado y especificado solamente por un arquitecto (si lo existen son una minoría), sin embargo y al momento de dar créditos a una obra o proyecto (ya sea en una publicación, exposición u otro medio) me ha tocado ver en muchas ocasiones la omisión de gran parte del cuerpo de trabajo, omitiendo muchas veces a arquitectos asociados o colaboradores.
Una de las mayores diferencias entre la universidad y la práctica profesional es que en esta última, y dado la complejidad de un encargo en su sentido total, es imposible realizar un proyecto solo, por más pequeño que sea.
Esto es además lo que da mayor riqueza a un proceso de diseño o desarrollo ya que confluyen muchas miradas sobre un mismo tema aunque la colaboración se manifieste solamente como una mera opinión o el desarrollo de un concepto o idea del arquitecto líder que es lo que muchas veces sucede en un formato convencional de trabajo.
He visto que muchas veces en el mundo académico, publicaciones, extensión o editorial estos nombres son omitidos, quiero pensar por descuido, de los créditos de un proyecto incurriendo en una falta de ética y profesionalismo importante, así como también no reconociendo a los propios colaboradores su legítimo trabajo.
Otro aspecto asociado a esto mismo es la atribución de autorías de proyectos colectivos y donde los límites entre autor y colaborador están más difusos, ya sea por una mayor horizontalidad al momento de trabajar o por una mayor proximidad etaria o profesional, lo que lejos de engrandecer a un arquitecto, lo disminuye.
Creo que es una responsabilidad de todo arquitecto citar correctamente los créditos y a aquellos que han sido pieza fundamental en el desarrollo de sus proyecto y velar porque esta información sea publicada como tal, reconociendo y colaborando a manifestar que la arquitectura es un trabajo en equipo y no un trabajo individual. Y por su parte las publicaciones y medios de difusión nunca deben omitir estos espacios.
No creo finalmente que un proyecto complejo, relevante y de envergadura pueda ser realizado sólo por uno o dos arquitectos y me saco el sombrero por aquellos arquitectos de renombre que nunca se colocan sin su equipo de trabajo.
